viernes, 6 de mayo de 2016

lunes, 18 de mayo de 2009

CHIQUITA PERO EXITOSA


Una niña de 6 años que no solo dejó al público de "Britain's Got Talent" anonadado en su primera apariencia, sino que hizo que el mismísimo Simon Cowell dijera que ella era "fantástica". Muchos conocen a Simon del show de TV "American Idol", pero pocos saben que él es responsable de muchos otros shows como la versión británica de "America's Got Talent" que allá se llama "Britain's Got Talent" (ambos shows, de su autoría, originaron en ese país).
Según estimados, la niña prodigio podría en su primer año ganar £1 Millón de Libras Esterlinas (unos US$2 Millones de dólares). Su nombre es Connie Talbot, y nunca ha recibido lecciones de canto, sino que aprendió por si sola con un juguete de Karaoke de £39 Libras Esterlina (unos US$80 dólares). Según la madre le compró ese juguete porque debido a su circunstancia financiera no podía pagarle lecciones de canto a su hija. Así mismo, el talento de la niña fue descubierto por razones trágicas, ya que mientras su abuela yacía moribunda con Cáncer en la cama la niña le cantaba la canciones del DVD de la película El Mago de Oz para hacerla sentir mejor.
La canción que ella interpreta en el video, Somewhere Over the Rainbow ("En algún lugar sobre el arcoiris"), es la canción estrella de la película. Según la madre, fue la abuela la primera que dejó dicho que su nieta tenía un verdadero talento para el canto. La niña interpretó esa misma canción en el funeral de su abuela hace dos años, cuando la niña apenas tenía 4 años.Según Simon, "La niña es sencillamente algo especial, nunca antes había escuchado un silencio tan profundo y poderoso como cuando Connie cantó. Fue pura magia."


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QUE RÁPIDO JUZGAMOS

Había una vez un vendedor de teléfonos móviles inglés de aspecto desagradable a la vista pero amable al corazón. Era uno de esos hombres feos. Sí, de esos que son los últimos elegidos en el recreo del colegio por los orgullosos capitanes, maestros en dar puntapiés a la pelota, cuando forman sus equipos para derrotar al rival sin piedad. De esos excluidos por su forma poco atlética y su dentadura desigual. Obeso, con los Pirineos por dientes y sin saber pronunciar las eses correctamente.
Un hombre por el que uno siente verdadera lástima cuando ve su mirada triste pero descubre que su rostro transluce bondad. ¿Por qué alguien con una mirada tan sincera, humilde y bondadosa tiene que tener un aspecto tan desagradable que le cierre tantas puertas? Paul Potts era desagradable según los cánones del mundo de hoy pero un hombre bueno.
Paul tenía una ilusión que en su caso no podía ser más ilusa. Él quería cantar. Pero no música Pop o Rock, no… él quería ser cantante de Ópera. Su empeño le llevó a dar algunas clases pero viendo que no se le presentaba ninguna oportunidad, y viendo su sueño tan lejano, dejó de lado la música para buscar un trabajo, como él decía, “de verdad”. Algo con lo que poder mantenerse y vivir, aunque sea frustrante. Y comenzó su andadura como vendedor de teléfonos móviles. Aquello para lo que había nacido era inalcanzable.
Aquello por lo que le ilusionaba vivir era imposible. No quedaba más remedio que dejarlo de lado para siempre. Sólo podía ser un ignorado vendedor de móviles.
Después de una dura jornada de trabajo (aquél hombre le había llamado de todo porque se le había estropeado su teléfono), Paul cayó desplomado en el sillón de su casa agotado y, tomando el mando de la televisión, zapeó buscando algo entretenido con lo que despejar la mente de preocupaciones. Al llegar al canal 6 vio cómo una chica despampanante (sin duda, la presentadora del espacio), anunciaba el próximo comienzo de la nueva edición del Operación Triunfo inglés. Mientras las imágenes de guapos y guapas aspirantes al premio de años anteriores pasaban a gran velocidad cantando temas de gran actualidad, la presentadora animaba a los televidentes a presentarse al cásting para concursar que, casualmente, tenía lugar al día siguiente en su ciudad.
Paul pensó que podría probar pero pronto desechó esa ridícula idea. “Un gordo, feo que canta Ópera no interesa a nadie. ¿Quién querría ver a alguien como yo cantando música olvidada?”. Apagó la televisión y se fue a dormir.
Al levantarse la mañana siguiente se encontraba de buen humor. No sabía por qué pero algo le animaba el día y se sintió más dispuesto a ser feliz, a hacer lo que le gusta, a sentirse realizado con su trabajo. Pensó “¿por qué no? No tengo nada que perder y, por lo menos, compruebo si aún están en forma mis cuerdas vocales”. Pidió el día libre y se acercó al lugar del cásting.
Paul se sintió fuera de lugar cuando acudió al auditorio. Personas mucho más jóvenes que él, con una presencia física atractiva en todos ellos y con un aspecto sin duda mucho más cool que él aguardaban en la fila nerviosos porque llegaran sus turnos. Paul estaba más nervioso aún que ellos pues nunca le había gustado que se fijaran en él porque siempre se sentía juzgado por su aspecto. Y en ese lugar todos los ojos atónitos y burlescos se clavaban en él.
Mientras aguardaba su turno se mordía las uñas y trataba de convencerse a sí mismo de que, al fin y al cabo, iba a hacer algo que le gustaba y, por tanto, no tenía que tener miedo pero… cada vez que pensaba en ello añadía “ya, ¡pero nunca lo he hecho con público escrutando cada movimiento que haga!” y volvía a temblar.
Por fin llegó su momento y subió al escenario. Frente a él, tres jueces y detras de éstos, cientos de personas en la sala de butacas mirándole fijamente con ojos burlones. De fondo se oía algún comentario como “¿qué hace este tío aquí? ¿Se ha pensado que esto es la sección de bollería del supermercado?” a lo que otro respondía: “yo creo que buscaba a su dentista pero es tan tonto que se ha perdido” y risas a continuación. Paul no se sentía cómodo.
Entonces, la Venus del jurado, espectacular en su belleza le dice: “tú eres Paul, ¿verdad” a lo que él responde con un simple “sí”. Continúa ella: “y, ¿a qué has venido, Paul?”. Y él, con toda franqueza y humildad, con una semisonrisa nerviosa que trata de ocultar sus feos dientes sin conseguirlo, responde: “a cantar Ópera”.
La reacción del jurado es previsible. Han pasado por delante de sus ojos multitud de personajes extraños con ideas de lo más peregrinas y sus gestos no disimulados de desesperación muestran que están cansados de ellos para que venga un gordo, feo a cantar Ópera porque se ha cansado de comer ganchitos viendo la tele y no tiene nada mejor que hacer. Su desprecio se entremezcla con su escepticismo mientras las risas del público se hacen notar. No les queda más remedio que escucharle porque para eso les pagan que si no…
Sobras las palabras. El gordo, feo pero bonachón Potts cautiva a todo su ojiplático público. No hay nada más que decir. La jurada guapetona y los sex symbols de la mesa se rinden ante lo que es talento del bueno. Se emocionan, una lágrima cae. Las bocas abiertas y los aplausos emocionados y enfervorecidos inundan el auditorio mientras un abrumado Paul está a punto de llorar de la emoción. Nadie esperaba que este vendedor de móviles pudiera, como dice la jurada, “poner la piel de gallina” con su actuación. Pero lo hizo. Paul pasa la ronda por la puerta grande y es elegido para participar en el programa.
Lo demás ya es historia. No le bastó participar sino que lo ganó, obteniendo un premio en metálico nunca visto en un concurso de televisión de este tipo. Su disco es el cuarto más vendido en Amazon.com y su fama ha dado la vuelta al mundo entero. Pero él no ha cambiado. Sigue siendo el mismo bonachón feucho que despierta simpatías con su mirada de cordero degollado.
Este gordo y feo pero humilde y bondadoso cantante es, según muchos expertos, mejor que Pavarotti. Y nos ha dado una lección a todos. Qué rápido juzgamos y qué ocupado está el mundo de hoy en despreciar a otros por su aspecto. Paul tenía un sueño, una ilusión. Luchó por alcanzarlo contra lo establecido por el sistema y lo ha conseguido. Él sí que es un héroe.
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jueves, 7 de mayo de 2009

LECCIÓN A QUIENES JUZGAN POR APARIENCIAS


Susan Boyle es una católica escocesa que durante años cantó en la parroquia de su pueblo. Ahora se ha convertido en la nueva sensación de Youtube y del programa "Britain’s got Talent" (Gran Bretaña tiene talento) en donde se presentó hace unos días y deslumbró a la audiencia y a los jueces con su gran talento y voz.

En su presentación del 11 de abril, Boyle comentó que le gustaría convertirse en una cantante profesional, a lo que el público respondió con risas y comentarios escépticos. Sin embargo, su interpretación de "I Dreamed a Dream" (Soñé un sueño) de la obra teatral Los Miserables cautivó a la audiencia que la ovacionó de pie.Los jueces, que de manera unánime decidieron que siga avanzando en el concurso, se rindieron ante ella e incluso uno de ellos llegó a decir que "le doy el sí más grande que alguna vez le he dado a alguien".

Susan es una católica de la localidad escocesa de Blackburn en West Lothian. Nació con una discapacidad para el aprendizaje pero siempre soñó con llegar a ser cantante profesional, indica el Times Online."Siempre he sido musical: gritaba cuando era una bebé, cantaba con una brocha o en la ducha", comenta también al Deadline Scotland. "Fue mi madre quien me hizo cantar adecuadamente. Ella sabía que tenía que hacer algo con mi voz porque sabía que tenía talento".Tras expresar que todavía no cree el éxito que ha obtenido, Susan recuerda que fue su madre quien "la animó a unirse a un coro hace muchos años, cuando tenía unos 12. Recuerdo que me dijo que comience con el coro para ver adónde llegaba con eso".Boyle explica además que siempre se limitó a cantar en el coro de la Iglesia a la que asiste y en karaokes para poder cuidar a su anciana madre, que falleció hace dos años cuando tenía 94. Ella dejó de cantar cuando eso sucedió, precisa The Times Online. "Pensé que sería bueno hacer un receso. Lo veía apropiado", señaló.Susan, soltera y con siete hermanos, considera que la hostilidad inicial del público ante el que cantó en "Britain’s got talent" se debe a que "la sociedad moderna es muy dada a juzgar a las personas por su apariencia"."No se puede hacer mucho al respecto porque es la manera cómo piensan, es su forma de ser. Pero tal vez esto les pueda enseñar una lección, sentar un precedente", añadió.

Según la prensa de Estados Unidos, Boyle fue ovacionada en la Misa de Resurrección de su parroquia. En diálogo telefónico con The Washington Post, su párroco, el P. Ryszard Holuka, comentó que "estamos muy orgullosos de ella" y describió a Susan como un "alma tranquila"."En algunas reuniones y fiestas de aniversario, ella se ponía de pie y cantaba. Nunca se vanaglorió de su voz, esta es la primera vez que ha sido reconocida públicamente".

El video de youtube en el que se muestra la participación e interpretación de Susan Boyle en Britain’s got talent, que hasta este jueves, 16 de abril 2009, por la noche llegaba a casi 15 millones de visitas, puede verse en versión original con subtítulos. Son siete minutos largos, pero vale la pena verlo y disfrutar con esa maravillosa voz.

Cabe recordar que, en su edición de 2007, en el Britain’s got talent participó un vendedor de móviles llamado Paul Potts, que sobrecogió al público, al jurado y a espectadores de todo el mundo con su talento para la ópera. Actualmente, Paul Potts se ha convertido en un reconocido tenor.

El número 1 de la lista es para el rapero Soulja Boy y su vídeo Crank That, que ha sido visto 356 millones de veces, seguido por el trailer de la película Crepúsculo, visto 267 millones de veces.
En tercer y cuarto lugar, con 230 millones y 197 millones de visualizaciones respectivamente, se encuentran Mariah Carey y su videoclip Touch My Body y una de las actuaciones del cómico y ventrílocuo Jeff Dunham y su muñeco Achmed, el terorista muerto.Al quinto puesto (con 186 millones de visualizaciones) ha llegado la citada Susan Boyle



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